Todos saben que Yerko
Puchento es un personaje de ficción insolente, irreverente, mal educado,
divertido, incisivo, cruel, grosero, descarado y talentoso. Yerko es un
concentrado de la rabia de millones, por eso su éxito. Muchos ciudadanos
enfurecidos se expresan a través de él sin límites verbales o complejos, se
desahogan, y eso es benigno. Este bufón es un francotirador, una catarsis, un
caballo loco. Todos querían insultar al “epidemia con aros” y él lo hizo en
representación de todo un país sin escrúpulos ni piedad. Ante tanta corrupción
y pobreza Cecilia Pérez, vocera de la derecha, debería pensar bien hacia donde
dirige su sensibilidad, sus prioridades en el concepto de dignidad. Hay muchas
razones por las que enfurecerse y marchar, y demandar a un payaso chiflado no
procede. La libertad de expresión posee sus costos. Intentar censurar siete
días o diecisiete años a un medio de comunicación es completamente absurdo o
destemplado. Yerko es un fenómeno psiquiátrico, sociológico y necesario. Nació y
se desarrolló con cierta naturalidad en concordancia con la ira de los peatones
y postergados. La frustración es peligrosa y prefiero verla canalizada a través
de un humorista brutal y no en los semáforos doblados. Las verdaderas groserías
y obscenidades están en otros sitios y no el guion de un sátiro desbocado. Por todas
las inmundicias que hemos visto los ciudadanos ya no respetan a las
autoridades, a los obispos ni a nadie. Ya no hay columnas morales donde
afirmarse sólo hay cólera. Ya no hay credibilidad sólo hay impotencia. Yerko es
la bandera de lucha de toda esa impotencia y cólera y pretender castigarlo o
censurar es ridículo. Nadie quiere caer en las manos de este desenfrenado. La agradable
vocera del expresidente Piñera sólo es la víctima de turno. En las
presentaciones del bufón todo puede ocurrir y los disparates y misiles apuntan
en todas las direcciones, sin inhibiciones o señales de tránsito. Cuando la
riqueza sea distribuida con equidad y los gobiernos sean honestos y
transparentes en su gestión la metralleta de Yerko Puchento se va a quedar sin
balas. Por ahora sintamos vergüenza, y no me refiero a la monga.
Comentarios o conjeturas breves e insignificantes de hechos noticiosos o acontecimientos que nos afectan, con una redacción poco seria y un humor fome, irresponsable, sin talento ni imaginación, con ironías y ficciones de papel picado sin valor, de un escritor electrónico chileno irrelevante, perdido en el lejano horizonte.
sábado, 13 de mayo de 2017
PARTIDO SOCIALISTA AL REVÉS
En su gestión el Partido Socialista de Chile es de profunda vocación neoliberal, invirtiendo parte de su patrimonio, de origen fiscal, en la bolsa de valores, con esa codicia que fomenta ese capitalismo extremo. Invertían descaradamente en empresas reguladas por el Estado generándose conflictos de intereses y otros bodrios. Las autopistas subían sus precios y los buenos muchachos callaban. La comisión financiera neoliberal del Partido tenía un muy buen ojo a la hora de las ganancias ¿Tenían una bola de cristal o información privilegiada? Como es la costumbre, el que busca la máxima rentabilidad no posee patria, por eso hicieron oscuros negocios con al clan Pinochet a través de su yerno Ponce Lerou. Los negreros dan jugosos dividendos. Entonces en el aspecto financiero el Partido Socialista es pinochetista. Pusieron parte de su dinero empresas cuestionadas ética y judicialmente. A estas alturas no me extrañaría que pusieran una chapita del general Pinochet en la roja bandera del histórico partido, que era de los trabajadores, con sus aciertos, pifias y locuras. Desde que los pillaron con las manos en la masa han optado por el arrepentimiento y la más estricta penitencia, sin reírse ¿Quién lo diría, un partido neoliberal y pinochetista? Eso sí, una de las especialidades de los líderes socialistas es predicar con un megáfono sobre la nefasta relación que existe siempre entre la política y el dinero. Son severos en las homilías, con la sotana puesta. El padre Gatica es instala tarde o temprano en los partidos. El genuino socialismo chileno tiene héroes, mártires, luchadores incansables, defensores de los desposeídos y más. Este no fue un error, es un horror. Que nadie le diga a Salvador Allende lo que está sucediendo ¿Expulsaron en el acto a todos los militantes involucrados en las fechorías de la gestión para limpiar la casa de un mazazo? ¿Renunciaron de inmediato a sus cargos públicos los involucrados?
Otros miembros de la familia..
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