La mafia del papel
higiénico desvalijó y se coludió por diez años, reuniéndose en secreto en
lugares discretos y atípicos y utilizando partes de matrimonio y otros divertidos
embelecos para comunicarse y maniobrar. Cambiaron la pistola por una corbata
siciliana. Apenas vislumbraron la posibilidad de ser descubiertos, porque algo que
se supo en el extranjero, rápidamente optaron por la autodelación, cada uno con
un sambenito, para salir libres de polvo y paja, que es parte del planificado
proceso criminal. La ley de la autodelación es una norma creada por la derecha
económica con el propósito de desmarcar de cualquier castigo duro a la Cosa Nostra.
De esta manera todos los carteles de la amada patria crecen y se desarrollan
sin grandes dificultades. El procedimiento consiste en armar el cartel,
coludirse y saquear a la gente por diez años o más acordando precios y combatiendo
con todo la sana y libre competencia. Nadie más debe ingresar al mercado, o
todo se complica. Que se pudran los advenedizos y emprendedores. Después pides
disculpas con ojos llorosos y humildad y las cortes te indultan. Es como si por
costumbre asaltaras bencineras de enero a diciembre y a fin de año entras al
confesionario y te absuelven de todos tus pecados y extiendes así tu oficio de
ladrón por siempre. Obviamente el Vito Corleone del cartel del confort o papel
higiénico es un inocente que fue engañado y que está enfadado con esos gerentes
a quienes les pagó una indemnización millonaria por sus eficientes servicios. El
padrino Eliodoro Matte no se va a querellar en contra de esos ejecutivos que lo
humillaron públicamente, eso es lo raro. Bueno, nadie en su sano juicio le
dispara a un bandido leal y fecundo. Lo que hizo Matte tan brillantemente equivale
a cien mil portonazos y cincuenta mil asaltos exitosos a mano armada. La candorosa
Fiscalía Económica, que duerme el sueño de los justos, sólo sirve para hacer la
vista gorda en aquellas bribonadas que muchos saben o sospechan pero ella no. La
Fiscalía promueve disimuladamente esa autodelación que es una impunidad
disfrazada. Todo es parte de un estilo macabro. Antes de lanzar al canal San Carlos
los computadores con pecados inconfesables y con un crucifijo entre sus piernas
don Vito le pidió perdón al país en una mojiganga bien montada. También subió
de rodillas el cerro de la Virgen Inmaculada, con rodilleras. Estás sentado en
la taza del baño, concentrado, tratando de encontrarte contigo mismo, y los
poderosos te siguen perjudicando y taladrando. Los amos de la patria son
omnipresentes. En Chile los carteles de la salud, de los fondos de pensiones, del
mar, de los productos básicos y otros, engordan bien, sobre todo el cartel del quehacer
político. La bolsa de valores y la logia bancaria son mafias, a veces legales,
que también operan en la paz del Señor. Con rentabilidades tan jugosas todos
continúan ofendiendo su falsa moral. Cada pandilla secuestra y administra su
mercado. La inepta Fiscalía espera sentada en una hamaca a que alguien se autodenuncie,
para así salir del letargo y hacer algo útil por la patria, y justificar su
existencia. Como penitencia, don Vito les prometió a la Virgen y al fundador de
los Legionarios de Cristo que se iba a limpiar su trasero sólo con el papel del
diario El Mercurio, por los mismos diez años, previa lectura acuciosa del
decano de la prensa. Lo que corresponde ahora es pagar la multa o propina,
previo escandalillo insignificante en los medios de comunicación y en las
sacras audiencias. Y la vida continúa. Con un poco de suerte tu multa va a ser
de cero. Lo más importante es la familia y el rosario. Si la camorra está bañada
con el agua bendita del congreso la gloria es total.
Dardos del espejo
(Una mirada al pasar sobre Chile)
Del blog índice LAS SOTANAS DE SATÁN