martes, 10 de febrero de 2015

LA CULPA NO ES DEL CHANCHO


¿Cuál fue el espectacular negocio que visualizó el inteligente Andrónico Luksic que le prestó más de 10 millones de dólares, cifra que bate el record mundial para una pyme, a una empresa de nombre Caval que tenía un capital equivalente a un carro manicero de última generación? El dueño de Caval es el hijo regalón de la presidenta Bachelet. El propio vicepresidente del banco de Chile recibió con una alfombra roja a Sebastián Dávalos, el primogénito. Luksic, uno de los dueños de la república aceptó el requerimiento del chúcaro e inquieto Sebastián y su amada esposa y se echó al bolsillo al gobierno de la igualdad en menos de 24 horas. Hay un compromiso no escrito de no fastidiarlo demasiado, con fiscalizaciones que van a ser de hule, si se presenta el caso. El banco se ganó el corazón de madre de la presidenta Bachelet, por confiar en los agudos cálculos comerciales de su bebé. Si la empresa Caval logra alterar convenientemente el plano regulador de Machalí van a ganar más dinero que estrella del Real Madrid con la inversión inmobiliaria que avaló con fluidez la sagaz institución financiera. El Banco de la teletón apoyaría a las pymes con todo, con un trato que no siempre es igualitario. Otros microempresarios con mayores y mejores requisitos y proyectos entran de rodillas al banco y el portazo en la cara se escucha en el lago Chungará. Es que Sebastián Dávalos Bachelet posee un ángel mágico que nadie más posee. Con estrategias que no son novedosas el área política de La Moneda intenta tapar el sol con un alfiler oxidado. El Ministerio de Hacienda intenta gambetear la turbiedad con artillería pesada y resquicios técnicos no que perforen la tambaleante estantería. Este cándido autogol los tiene a todos de cabeza mas la Cosa Nostra siempre se oxigena y sobrevive aunque el involucrado y desalineado aprendiz de padrino tenga manos de hacha. Dávalos probó que el acceso a un financiamiento potente depende del apellido, del segundo apellido en este caso. Es sabido que los izquierdistas tampoco se asquean con los lingotes de oro. Eso sí, don Andrónico esperó los resultados definitivos de la segunda vuelta presidencial antes de entregarse de cuerpo y alma a la familia Bachelet, de lo contrario, no te presta más de 100 dólares, y con garantías duras. El contundente capital de Caval es el segundo apellido del propietario. El oficialista que haga la vista gorda con sabiduría y clarividencia con lo ocurrido será invitado al próximo cumpleaños de la Mandataria con derecho a apagar una velita. La Presidenta no va a discutir con su nuera por dinero, es feo. Con el propósito de desmarcarse de los pobres y del Transantiago el primogénito colecciona automóviles de lujo. Es que cuando Sebastián ve a un atorrante o un microbús se deprime y su mamá se asusta. Este ocurrente muchacho ¿es un lobista o un lobo? Luksic tampoco olvida los 120 millones de dólares que le facilitó el dadivoso Bancoestado con el objetivo de controlar el Banco de Chile. Amor con amor se paga. Cuando el niño Sebastián hace o dice algo a La Moneda le da crisis de pánico. Creyendo que vivía en el muro de Berlín quiso silenciar a un periodista preguntón. Es que no le gusta que lo miren feo. No escupas al cielo, ningún intelectual está libre de traer al mundo a un hijo así. Al final, ¿cuál fue el gigantesco negocio que visualizó el Banco de Chile?.

Del blog índice LAS SOTANAS DE SATÁN

http://lassotanasdesatan.blogspot.com

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(Una mirada al pasar sobre Chile)



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