Por ejemplo, mediante el decreto número 139 del
18 de enero 2012 la comuna de Providencia le entrega en una bandeja de plata $
2.828.000 millones de pesos a la multimillonaria Iglesia Católica con el
propósito de cancelar el consumo eléctrico del santuario de la Virgen del cerro
San Cristóbal ¿Habrán pensado el arzobispo y el alcalde Cristian Labbe en los
pobres escondidos de Providencia y en las múltiples deudas sociales pendientes?
¿y si iluminan sectores específicos que incrementen la seguridad ciudadana? No les
importa, ambos están concentrados en una imagen de yeso que debería cubrir sus
gastos con el dinero de los supuestos devotos, que no se ponen con ni uno, y no
con recursos públicos. Cuando el católico tiene que pagar renuncia a todo lo
cree en un tris, generalmente. La corrupta y centenaria colusión entre la Madre
Iglesia y el Estado está acuartelada. Los consejeros regionales también doblan
sus rodillas y con la excusa del monumento nacional u otras desvían recursos de
todos los chilenos para financiar reparaciones de templos de una iglesia que
está forrada en oro y que posee un patrimonio trillonario que ningún economista
en el mundo ha podido cuantificar. Los obispos han destripado el erario
nacional ajeno desde que existen. ¿Cuáles son innumerables beneficios y
prebendas fiscales y regalías del clero chileno y por qué? Nadie lo sabe ¿Cuánto
IVA no han pagado en el último siglo? La maliciosa iglesia no evade pero sí
elude. El arzobispo es el paradigma de elusión, gambeteando los impuestos sobre
al capital, las sucesiones, los bienes y otros. El valiente congreso que
predica de la equidad cuántas comisiones investigadoras ha creado para que se
pueda determinar el monto total de la depredación clerical, que son billones de
dólares, sin contar tanta prerrogativa escandalosa, desde el nacimiento del
país ¿Quién debería pagarle a los capellanes? La Madre Iglesia no responde al
imperativo bíblico “No robarás”, y aclarando además que el secretismo histórico
y escabroso existente entre los coludidos (Iglesia y Estado) es una ignominia. Si
cuentas a los católicos y a los evangélicos que van a sus templos Chile es de
mayoría evangélica. Sí, van más evangélicos a sus parroquias cada domingo que
los católicos a la suyas. En términos reales en el país hay más evangélicos que
católicos. Ahora, si defines como católico a aquel que está bautizado y que
puede cruzar solo la calle entonces los marianos son mayoría. Si defines como
católico a aquel que va a misa los domingos, que se confiesa una vez al año y
que participa del CALI, entonces el catolicismo sencillamente no existe. Es esta
la religión repleta de privilegios ¿Cuánto decenios se demoró la traidora
Iglesia Católica en reconocer formalmente la independencia de Chile, y con
reparos? ¿cuántos curas fueron fusilados por los generales patriotas antes del
año 1840 por este delito, de alta traición a la patria? Esta es la Iglesia que
el Estado premia con concesiones legales y otras veladas. Y si de los millones
de dólares recibidos a través de los años, de distintas formas, se ha
extraviado algún centavo en el picaresco camino, ¿quién audita a esta entidad
de derecho público que nunca le rinde al público sus gastos e ingresos
pormenorizadamente? Hasta cuándo van a ser la vista gorda el Consejo de Defensa
del Estado, el SII, La Moneda. No es menor decir que las imágenes de yeso de
María irritan a evangélicos, judíos, musulmanes, algunos progresistas y
agnósticos y más. Racionalistas y muchos científicos están convencidos de que
la religiosidad popular romana es superstición docta, paganismo elaborado y
nada más. En el Vaticano la transparencia es un demonio. El católico cuando
tiene que financiar de verdad su credo, se convierte en un ateo fanático o en
un incrédulo práctico, como diría el teólogo. Amén.
Del blog índice LAS SOTANAS DE SATÁN
http://lassotanasdesatan.blogspot.com
NO SEAS CATÓLICO
(índice: una santa e irresistible invitación)
http://noseascatolico.blogspot.com

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